Hilo-hilos.
Lo que sigue son dos semanas de vacaciones y no me siento tan alegre como lo habÃa supuesto ayer.
Hay hilos rotos, cuyas cabezas están caÃdas, dando la espalda a mi vida, hay hilos deshilados, y yo me siento sola, sin fuerza.
Me aferro con una sola mano, con un sólo dedo, con un sólo hilo.
El primero crujió hace 34 dÃas y una hora. Al principio (aunque advertà la separación) asumà que se trataba de un pequeño choque, un ruido ajeno. Cuando intenté reincorporarme, estaba sentada en la mesa del restaurante tal. Rubà se reÃa y parloteaba mofadas, y al mismo tiempo, ya no estaba.
RubÃ, rubiola, rubicela, rubixa, rubbi no estaba.
Te deseo, [sustantivo] ¿verdad que no te llamas Emmanuel?
DesearÃa, [sustantivo], que no fueras aquel.
Ni el otro.
Ni el nada.
Te extraño aún más de lo que te extrañaré tan pronto te conozca.
¿Me das un buen beso? No lo necesito con todas mis ganas.
Hilos-pierdo...
Lo que sigue son dos semanas de vacaciones y no me siento tan alegre como lo habÃa supuesto ayer.
Hay hilos rotos, cuyas cabezas están caÃdas, dando la espalda a mi vida, hay hilos deshilados, y yo me siento sola, sin fuerza.
Me aferro con una sola mano, con un sólo dedo, con un sólo hilo.
El primero crujió hace 34 dÃas y una hora. Al principio (aunque advertà la separación) asumà que se trataba de un pequeño choque, un ruido ajeno. Cuando intenté reincorporarme, estaba sentada en la mesa del restaurante tal. Rubà se reÃa y parloteaba mofadas, y al mismo tiempo, ya no estaba.
RubÃ, rubiola, rubicela, rubixa, rubbi no estaba.
Te deseo, [sustantivo] ¿verdad que no te llamas Emmanuel?
DesearÃa, [sustantivo], que no fueras aquel.
Ni el otro.
Ni el nada.
Te extraño aún más de lo que te extrañaré tan pronto te conozca.
¿Me das un buen beso? No lo necesito con todas mis ganas.
Hilos-pierdo...